Fotografía de Jose Yurda.
Imagínese entrar en un municipio donde el tiempo parece susurrar secretos del pasado, donde los ecos de antiguas tradiciones e historias de los primeros habitantes resuenan en el aire. Bienvenido a la Cueva de Achbinico, un venerado sitio sagrado católico ubicado en el corazón de Candelaria en la vibrante isla de Tenerife. Únase a mí mientras lo llevo en un viaje para descubrir el significado histórico y espiritual de esta extraordinaria cueva, donde la historia y la fe se entrelazan.
Mientras caminas por las encantadoras calles de Candelaria, te sentirás atraído por un lugar que ocupa un lugar único en la historia de Tenerife. La Cueva de Achbinico, también conocida como Cueva de San Blas, no es sólo una cueva; es un portal al pasado, un santuario sagrado que ha sido testigo de los pasos de los primeros habitantes de la isla, los guanches.
Mucho antes de la invasión europea, los guanches, los habitantes originales de la isla, veneraban esta cueva como un lugar de profundo significado espiritual. Fue aquí, en el corazón de la Cueva de Achbinico, donde se rindió homenaje por primera vez a la Virgen de la Candelaria, símbolo de fe y devoción. Este acto sagrado marcó el inicio de un viaje que terminaría entrelazando la herencia guanche con la llegada del cristianismo a la isla.
A medida que la historia de Tenerife seguía evolucionando, la Cueva de Achbinico se encontró en una encrucijada histórica. Con la unificación de la isla bajo la Corona de Castilla a finales del siglo XV, la cueva se convirtió no sólo en un refugio espiritual sino también en el emplazamiento del primer templo cristiano del Valle de Güímar. Fue un testimonio de la mezcla de culturas, donde las tradiciones antiguas se fusionaron con las enseñanzas del cristianismo.
Reconociendo su profundo valor histórico y arqueológico, la Cueva de Achbinico fue incluida en el Bien de Interés Cultural del Santuario de Candelaria en 2005. Este reconocimiento significa la importancia de preservar el legado de la cueva para las generaciones venideras. Es un tributo a la conexión duradera entre la fe, la cultura y el patrimonio de la isla.
La cueva-ermita espera al final del encantador Paseo de San Blas, enclavada detrás de la Basílica de la Candelaria y bajo los acantilados costeros de La Magdalena. Al adentrarse en las profundidades de la cueva, quedará envuelto por su ambiente sereno. La cueva se extiende a lo largo y profundo, orientada hacia el este, con unas dimensiones de 14 metros de largo y 6 metros de ancho. Su techo alcanza alturas de entre 3 y 6 metros, creando un espacio que se siente amplio e íntimo.
La Cueva de Achbinico no es sólo una cueva; es un testimonio vivo de la historia, la espiritualidad y el hilo inquebrantable de Tenerife que une su pasado con su presente. Mientras explora las profundidades de este santuario sagrado, tómese un momento para reflexionar sobre las generaciones que han buscado consuelo y conexión dentro de sus muros. Es un lugar donde la historia y la fe convergen, invitándote a participar en un viaje que trasciende el tiempo y ofrece un vistazo al alma del pasado histórico de Tenerife.
Fuente de Información: https://es.wikipedia.org/wiki/Cueva_de_Achbinico
Les mostramos un poco de información sobre la Basílica de la Candelaria, que está consagrada a la Virgen de la Candelaria (Patrona de Canarias), cuya imagen original fue encontrada en 1390 por dos pastores aborígenes guanches.
La Basílica de la Candelaria fue construida en el sitio donde los Guanches adoraban a la Virgen después de la conquista (Cueva Achbinico) ubicada detrás del santuario. En el siguiente enlace Basílica Candelaria tenéis más información.
Si visitas Candelaria, recuerda el cumplir con las normas establecidas por las autoridades. Míralas en sus páginas oficiales. No dañes estos espacios y tampoco dejes restos de basura.
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